EL ROMANTICISMO
El
Romanticismo es la época más brillante de la historia de la música ya que, por
primera vez, la música adquiere la categoría de lenguaje privilegiado sobre el
resto de las artes. El inicio del Romanticismo lo podemos vislumbrar ya en las
últimas obras de Beethoven, se desarrollará a lo largo de todo el siglo
XIX y su influencia en algunos compositores se extenderá a lo largo del siglo
XX.
La
música romántica es fruto de la consolidación de una nueva sociedad surgida
después de la Revolución Francesa, que exalta la libertad del hombre por encima
de todas las cosas. La música alcanzará una gran libertad formal y expresiva,
se convertirá en el vehículo perfecto para que los compositores expresen sus
sentimientos utilizando la melodía como elemento primordial, flexibilidad en la
pulsación y las dinámicas, etc.
CARACTERÍSTICAS
GENERALES DE LA SONORIDAD DEL ROMANTICISMO.
1.- Se preocupa más por
la expresión personal de los sentimientos que por la forma externa de las
composiciones.
2.- La melodía se hace
más intensa y expresiva, perdiendo la regularidad y simetría del
clasicismo.
3.- Se enriquece la
armonía, el ritmo y los efectos dinámicos.
4.- La orquesta se amplia
e introduce nuevos instrumentos de viento y percusión.
5.- Se realizan numerosas
obras para instrumento solista (piano y violín principalmente) a menudo de
carácter virtuosístico.
GRANDES FORMAS
INSTRUMENTALES
Durante
el Romanticismo continuarán cultivándose las formas instrumentales
clásicas (Sinfonía y Concierto). Tanto en las sinfonías como en
los conciertos los compositores se van liberando de los esquemas formales
clásicos y explotando con gran efectividad la riqueza tímbrica de la orquesta
(se produce un aumento considerable en el número de instrumentos) y el
virtuosismo de los intérpretes. Entre los compositores más importantes de
sinfonías destacan: Schubert, Brahms, Mahler, Schumann, etc.,
y entre los compositores más relevantes de conciertos solistas podemos destacar
a Liszt, Chopin y Tchaikovsky.
LA MÚSICA PROGRAMÁTICA
O MÚSICA DESCRIPTIVA
La búsqueda de
formas más libres y abiertas y, en definitiva, más adecuadas a la necesidad de
expresión romántica, dará lugar al desarrollo de la música programática, que ya
no se construye a partir de criterios estructurales sino de
elementos extra musicales. La utilización de la música como un
lenguaje descriptivo dará lugar a la aparición de nuevas formas
instrumentales: la sinfonía programática y el poema sinfónico.
1.- La
sinfonía programática. Es una sinfonía que se desarrolla en torno
a la descripción de un programa o argumento, generalmente de carácter
literario. El creador de este género fue Héctor Berlioz con
su obra Sinfonía Fantástica.
2.- El poema
sinfónico. Es una composición orquestal en un solo movimiento
basada en elementos poéticos o descriptivos. Este género creado por Liszt
será muy utilizado posteriormente por numerosos compositores especialmente
nacionalistas.
PEQUEÑAS FORMAS
INSTRUMENTALES
Las
pequeñas formas instrumentales son otra faceta de la expresión romántica,
opuestas a la grandiosidad de las formas sinfónicas, los compositores las
emplearán como vehículo para expresar los sentimientos así como
la exaltación del virtuosismo.
El
principal instrumento usado para estos propósitos será el piano, los
compositores románticos, aprovechando las capacidades expresivas de este
instrumento, crearán pequeñas piezas compuestas sobre estructuras simples o
libres en las que darán rienda suelta a su fantasía. Los títulos de estas obras
son muy variados y reflejan:
·
Sentimientos
intimistas: nocturno, balada, preludio.
·
Imaginación: rapsodia.
·
Temas y
danzas populares: vals, polonesa, mazurca, etc.
Entre
los compositores e intérpretes más destacados figuran Schubert,
Liszt, Chopin y Schumann.
El Lied: en
este periodo surgirá en Alemania un tipo de canciones breves escritas para voz
y piano con texto poético que adquirirán gran popularidad tanto en los
recitales de conciertos como en las fiestas privadas. La estructura de estas
piezas dependerá habitualmente del texto pero encontramos tres
tipos: estrófico (AAA..), bipartito (AB) y tripartito (ABA).
LA ÓPERA EN EL
ROMANTICISMO
Durante
el Romanticismo la ópera experimenta una gran evolución que lleva a este género
a su cumbre más alta y lo convierte en el espectáculo preferido de la burguesía
acomodada. Se construyen grandes teatros en las principales ciudades de Europa,
los cantantes se convierten en personajes famosos y se crea un público fiel que
permite la consolidación de grandes orquestas y teatros de ópera.
La ópera en
Italia.
Italia,
considerada la cuna de la ópera será la marcará la evolución en el resto de
Europa. Rossini es la figura que representa la transición
entre la ópera clásica y la romántica componiendo numerosas óperas entre
las destacan: Guillermo Tell y El Barbero de Sevilla.
Posteriormente habrá dos estilos bien diferenciados:
· El
bel canto: estilo vocal tan expresivo como espectacular que
tenía como objeto la exhibición del cantante mediante pasajes melódicos de gran
exigencia técnica que se desarrollaban en registro agudo de la voz. Bellini será
uno de los máximos exponentes con su ópera Norma.
· El
verismo: a finales del siglo XIX la corriente del realismo
literario se trasladará a la música creando una nueva tendencia llamada verismo
que consistirá en que los argumentos de las óperas se centrarán en personajes
de la vida cotidiana (a menudo de clases bajas) reflejando sus emociones de
forma realista, sin idealizaciones románticas. El principal representante
de este estilo será Giacomo Puccini con obras
como La Boheme, Tosca o Madame Butterfly.
Giuseppe Verdi será
una de las principales figuras de la ópera en Italia, no abandonará del todo el
bel canto, pero construirá melodías más sencillas y dará mucha importancia a
los coros. Sus óperas Aida, Nabucco, La Traviata, etc.
Están entre las más famosas del repertorio operístico
La ópera en
Francia
En
Francia aparecerá un estilo de ópera cómica con argumentos humorísticos que
incluye pasajes dialogados y danzas de moda, generalmente de corta duración, a
este estilo se le denominará opereta y su obra más célebre es Orfeo
en los infiernos de Offenbach. En este periodo destacará
también la ópera de carácter realista Carmen de Georges Bizet.
La ópera en
Alemania
La gran
figura de la ópera en Alemania será Richard Wagner, que partiendo
de la tradición romántica, iniciará una gran reforma del género de enorme
trascendencia en toda la música posterior.
Wagner considera
la ópera como una “obra de arte total”, en la que se aglutinan todos los
elementos (poesía, música, teatro, escenografía, etc.) de forma
inseparable. Su idea es crear un Drama Musical continuo en el
que las escenas se encadenen sin distinción utilizando técnicas como el leitmotiv (tema
musical que representa a un personaje concreto, un objeto o una situación y que
va apareciendo a lo largo de toda la obra), la melodía infinita sin
marcar cadencias claras, tratamiento protagonista de la orquesta con grandes
efectos colorísticos y tímbricos y armonías cromáticas en constante
modulación.
Los
textos de las óperas fueron escritos por el propio Wagner inspirándose
en la mitología germánica. Entre sus obras destacan: el ciclo El anillo
de los Nibelungos, formada por cuatro óperas (El oro de Rhin,
La Valquiria, Sigfrido Y el Ocaso de los Dioses), Tristán e Isolda y
Parsifal.
LOS
NACIONALISMOS
A
mediados del siglo XIX surge un movimiento en el que muchos compositores buscan
acentuar la individualidad y la autonomía musical y cultural de los
distintos países. Este movimiento adquiere especial importancia en aquellos
países que habían estado dominados culturalmente, países como España,
Rusia, Hungría, Checoslovaquia, los países Escandinavos, etc. buscarán
investigar su historia y tradiciones para usar el folclore en las
composiciones de música clásica. Esto se realizará de dos formas:
·
Copiando
literalmente las fuentes, por ejemplo introduciendo melodías tradicionales en
sus composiciones.
·
Imitando
los rasgos característicos de cada región. Usando escalas, ritmos y melodías
que evoquen esa música tradicional.
Principales países y
compositores
·
Rusia: Glinka,
Borodin (Danzas Polovsianas), Mussorgsky (Noche en el Monte
Pelado, Cuadros de una Exposición), Rimsky Korsakov (Capricho Español,
Sherezade).
·
Noruega: Grieg (Peer Gynt)
·
Finlandia: Sibelius (Finlandia)
·
Checoslovaquia: Smetana (Mi
Patria), Dvorak (Sinfonía del Nuevo Mundo).
LA DANZA EN EL
ROMANTICISMO :EL BALLET
El ballet seguirá
evolucionando durante el siglo XIX.
·
Se
reforzará la expresividad de la danza y se otorgará al cuerpo de baile un uso
dramático y no un mero acompañamiento.
· Se
impondrá el baile de puntas para reflejar movimientos más leves y armoniosos y
estilizar la figura de las bailarinas.
·
Se
generalizará el uso del tutú.
·
Se
concederá a la danza masculina la misma importancia que a la femenina.
·
Se
inventaron nuevos pasos de baile, como el paso a
dos ( pas de deux).
El compositor más
importante será Tchaikovsky que junto a sus obras sinfónicas y
conciertos produjo obras maestras del ballet como El Lago de los
Cisnes, La Bella Durmiente y El Cascanueces.
LA DANZA DE SALÓN: EL
VALS
Con
la decadencia del antigua régimen desapareció la danza cortesana y su lugar fue
ocupado por las nuevas danzas de salón de la nueva sociedad burguesa. La danza
que gozó de mayor aceptación y popularidad durante toda la época fue
el Vals, que alcanzó en la ciudad de Viena un particular esplendor con los
compositores Johann Strauss I y su hijo Johann Strauss II.
Especialmente famoso es el vals El Danubio Azul.
El
vals es una danza de ritmo ternario y movimiento rápido en la que las parejas
bailan estrechamente abrazadas desplazándose e amplios círculos.
EL ROMANTICISMO
EN ESPAÑA
España también vive los profundos cambios del siglo XIX.
El fin del antiguo régimen rompió con el aislamiento cultural propiciando
cambios a todos los niveles culturales. Sin embargo los compositores españoles
cultivarán especialmente la llamada música de salón y la zarzuela, alejándose
de los géneros sinfónicos.
Así en la música instrumental los compositores seguirán
centrándose en la música para instrumento solista, continuando con la tradición
de escribir para guitarra a la que se sumarán el violín y el piano.
- Francisco
Tarrega será un extraordinario virtuoso de la guitarra responsable de la
proyección internacional del instrumento.
- Las
grandes figuras que escribirán para piano con numerosas piezas de corte
nacionalista serán Granados y Albeniz, con piezas como Goyescas, Iberia, etc.
-
En
cuanto al violín destacará la figura de Pablo Sarasate, que se convertirá en un
intérprete de talla internacional y autor de piezas como las Danzas Españolas.
Intentando
combatir el predominio de la ópera italiana los compositores españoles
recuperarán la zarzuela sentando las características definitivas del género.
-
números
musicales intercalados entre los diálogos.
-
Argumentos
de la vida cotidiana de marcado carácter español.
-
Se
distinguirán dos tipos de zarzuelas:
§
Zarzuela
Grande: estructurada en tres actos, con frecuente uso del coro, larga duración,
predominio del canto sobre las partes habladas. (Barbieri El Barberillo de
Lavapies o Marina de Arrieta son dos ejemplos importantes).
§
Género
Chico: problemas económicos obligan a hacer zarzuelas más sencillas, corta
duración, un solo acto, predominio del texto hablado, menos personajes, etc. (Tomás
Bretón con La verbena de la Paloma, Jiménez con La boda de Luis Alonso o
Chapí con La Revoltosa serán los principales representantes).
EL NACIONALISMO
ESPAÑOL
Surgirá con retraso frente al
europeo. Los compositores buscarán en las fuentes de la música popular las
raíces de la tradición musical española, Barbieri y Pedrell investigarán
la música antigua y recuperarán la música popular. Posteriormente los
compositores Albeniz, Granados y más adelante Manuel de Falla aplicarán todo
esta tradición a sus obras sinfónicas y para solistas. El nacionalismo
utilizará la riqueza del folclore español, especialmente el andaluz, pero no
dejará de lado las influencias de la música tradicional de otros lugares.